The cool girl

Ya volverán los días de reunirse con los amigos.. Ya volverán los días de reír con ellos hasta que duela el estómago. Ya volverán los domingos de poder ir a la iglesia. Ya volverán los días de reuniones de tu comunidad. Ya volverán los días de descargar tu energía/estrés en el gimnasio. Ya volverán los días de atender clientes de forma imparable. Ya volverán los días de comidas en tu restaurante favorito. Ya volverán los días de ir a bailar hasta que te duelan los pies. Ya volverán los días de selfdates en tus lugares favoritos. Ya volverán los días de poder celebrar cumpleaños o los logros más importante de quienes amas. Ya volverán las pláticas interminables con aquellos que amas, en tu lugar favorito. Ya volverán los abrazos...aquellos que te curan el alma. Aquellos que el día de hoy tanto necesitas. Ya volverán los besos. Ya volverán las miradas. Ya volverán los días en que se pueda disfrutar en la playa. Ya volverán los días de café y atardeceres en el volcán.

Tuve una pesadilla... Estaba ahí parada en la acera de una calle principal, en medio de edificios altísimos, el humo de los carros parece que ya ni se sentía; había muchos esperando que la señal del semáforo diera verde para avanzar, pero aunque estaban parados, parece que nadie se detenía. Había cientos de personas corriendo de un lado a otro. Parecían perdidos, no sé si en sus pensamientos, en sus dispositivos móviles o si simplemente les habían extraído el cerebro y estaban programados para repetir movimientos sin pensarlos. Yo estaba ahí parada, como el tiempo de ellos y el mío fuese diferente. Como si en mi dimensión no corrieran los minutos. Como si yo no tuviese prisa. Comencé a caminar hacia el frente, caminé, caminé y caminé....y a medida que iba caminando todo se fue desvaneciendo. Aparecí en una playa hermosa, mi lugar favorito. Habían muchas personas pero nadie se veía a los ojos, eran igual que los primeros...simplemente que ocupaban sus celulares para

No, no soy parte del sexo débil. No soy parte de la generación flor o la generación rosa. Soy parte de la generación guerrera. Esa que ha luchado décadas por derechos como los tuyos, por los derechos de todos. No soy parte de la generación dolor, soy parte de la generación resistencia. Soy parte de la generación perseverancia. Soy parte de una generación que ha cambiado la historia de mi mundo y el tuyo. Soy parte de una generación humana que nos ha vuelto fríos. Que nos cautiva, nos mueve y también nos hace indiferentes. Soy parte de la generación que debe enfrentarse cada mañana a ser: Ni muy gorda ni muy delgada. Ni muy plana ni muy voluptuosa. Ni muy conservadora, ni muy liberal. Ni muy callada, ni muy escandalosa. Ni muy cariñosa, ni muy fría. Soy parte de la generación que parece que aún no tiene derecho a simplemente SER. Y aunque no lo creas, soy parte de la generación con mayor cantidad de asesinatos a nivel nacional. Y aún así... estoy orgullosa de pertenece

Todo estaba en silencio, solo escuchaba las hojas de los árboles moviéndose, los pájaros...y comencé a poner atención. Había algo más allá....también estaba mi respiración...también estaba los latidos de mi corazón. También estaban mis pensamientos.... Estando en un ambiente religioso (en un retiro de cuaresma), era OBVIO que era el momento perfecto para reflexionar...nos habían mandado a escribir cuáles eran nuestros "egiptos"...o aquellas cosas que te ataban para no llegar a tu tierra prometida....en español: tu zona de confort. A medida que escribía, me di cuenta que no soy quizá ni la mitad de lo que quisiera ser...Y es que he de admitir, que he cambiado muchísimo de unos años para acá. Soy una mujer más decidida, más fuerte, menos complicada, más directa sin embargo en ese proceso de ser mi mejor versión...por supuesto hay cosas que aún no alcanzo....espacios del mar adonde estoy anclada.  Una vez, alguien me dijo "¿DE QUÉ TE SIRVE TANTA ESPIRITUALIDAD.