Dios no se equivoca
Si pudiese cambiar algo de mi vida, por supuesto que cambiaría el dolor por felicidad, los errores por triunfos y las decisiones estúpidas por unas un poco más sabias. Cambiaría todo el tiempo perdido, cada herida, cada momento de ansiedad o de incertidumbre. Cambiaría el miedo por audacia y la costumbre por valentía. Cambiaría el apego por la libertad y la confusión por la sabiduría. Si pudiese cambiar algo de mi vida, cambiaría todo lo que dolió, todo por lo que fui insegura, todas las decisiones equivocadas que tomé y la gente errónea a la que me acerqué. A lo mejor y entonces, cambiaría mi infancia, mi adolescencia, mis años de universidad y mucho de mi vida adulta... Sin embargo, lo cierto es que si cambiara algo de mi vida, por mínimo que fuese, yo no sería la mujer que actualmente soy. Me ha tomado 29 años de edad, muchísimas amistades perdidas, amores falsos, corazones rotos, malas decisiones, cagadas enormes y en fin...muchísimas cosas...ser la mujer que soy. Me ha tomado 29