The cool girl

Cuando inicié el proyecto de escribir éste blog, les comenté que yo no me creía “influencer”, y a lo mejor les mentí…Soy “influencer” en mi día a día…De hecho, TODOS lo somos. Cuando hablamos de personas influenciadoras como tal, estamos muy acostumbrados a relacionar la palabra con personas famosas, sin embargo, hay que saber que no es lo mismo ser un “influencer” famoso que simplemente un influencer. Tal vez no todos seamos personas famosas. Pero todos podemos influenciar de manera positiva o negativa en la vida de los demás. En 2016, cuando me gradué de la universidad, entré en crisis existencial…comencé a pensar…¿Y ahora qué?. Comencé a comparar mi tiempo con el tiempo de los demás, mis logros con los logros de los demás: que si tenían un trabajo soñado, que si ganaban X cantidad, que si estaban estudiando una maestría…en general, según yo, por cumplir todas esas cosas, eran personas “exitosas”, sin darme cuenta que el éxito no lo da el dinero, ni los logros académicos,

Hace casi 4 años  inicié una aventura que jamás me imaginé que me llevaría adonde estoy actualmente. Hoy en día está muy de moda “emprender” una idea de negocio, sin embargo,  ¿Cuántas de esas ideas se convierten en algo real? ¿Cuántas ideas se convierten en verdaderos negocios o incluso empresas?. El primero de marzo del 2015, iniciamos con mi hermana un proyecto llamado ARTEFACTO. Inició como una idea de ella principalmente, pues es Licenciada en Arquitectura de Interiores y tenía las herramientas necesarias para diseñar muebles que serían novedosos para TODO tipo de eventos y como yo soy Licenciada en Ciencias de la Comunicación, definitivamente nos complementamos. Juntas emprendimos un camino que nos llevó hasta donde estamos hoy. Cuando ella me comentó la idea, no solo sentía miedo de hacerla realidad, si no que no creía que seríamos capaces. Muchas veces eso es lo que nos detiene no solo de lanzar una idea de negocio al mercado, si no de cumplir nuestros sueños en sí:

Hace algunos días, alguien me dijo -"SI TENÉS GANAS DE ESCRIBIR, TOMÁ UNA PÁGINA EN BLANCO Y ESCRIBÍ"- , en ese momento me puse a pensar....¿Por qué dejé de hacerlo?. Crecí en una familia, en donde tuve el honor de ser apoyada por un abuelo escritor, que se sentía orgulloso por tener una nieta que amaba plasmar sus pensamientos, sentimientos y opiniones en la escritura. Durante muchos años durante mi niñez  y adolescencia tuve el hábito de escribir poemas, historias, opiniones, etc. Pero, ¿Por qué lo dejé de hacer?... Muchas veces comencé a buscar excusas para no escribir, como "el tiempo", o la "inspiración",cuando en realidad era por miedo. Miedo a ser yo misma, miedo a lo que dijeran los demás, miedo a ser rechazada, miedo a decir lo que siento o pienso. Y pregúntense, ¿Cuántas veces dejamos de hacer lo que amamos solo por ésta preguntita?....(¿Qué dirán los demás?). Hoy por hoy, soy una mujer de 27 años, Licenciada en ciencias de la comunicación,