Me enamoré

 “La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo”. -Zig Ziglar-

En el mundo en el que vivimos, todo éste rollo de amor propio y aceptación se ha vuelto muy común, pero ¿realmente sabemos lo que significa o lo que implica en nuestras vidas?. Por supuesto que yo no soy psicóloga, pero quiero compartirles parte de mi experiencia y opinión sobre éste tema.
Como les he comentado en algunos post anteriores, en mi adolescencia sufrí mucho de inseguridad. No estaba cómoda con mi cuerpo ni mi esencia. No podía ni disfrutaba de la soledad positiva y llegué muchas veces a pensar que mi existencia misma no tenía sentido. Todo eso lo arrastré hasta mi vida adulta y puedo decir que hasta hoy comienzo a disfrutar de ese concepto, de aceptarme y trabajar en mí, día a día. Y me atrevo a compartir ésta parte de mi vida, no para que piensen “ay pobrecita” o con cualquier otro objetivo malicioso, sino más bien de presentar mi vulnerabilidad, porque hoy acepto mi realidad (esto incluye mi pasado y quién soy ahora) para que  las personas que viven o se sienten de ésta manera, sepan que NO ESTÁN SOLAS.

Y bueno como les dije, no soy psicóloga, ni intento serlo, es por ello que me abogué a una psicóloga a la cuál admiro mucho, por ser una mujer valiente y capaz de transmitir buena vibra para cualquiera que le conoce. Ella define el “amor propio” como: “Amor propio es actuar con congruencia en base a tu personalidad y lo que proyectas en tu día a día, aceptarte como sos, es la estima que tenés por tu persona que te hace quererte, conocerte, saber cuáles son tus límites y lo que estás dispuesto a dar, también te hace poder aceptar a los demás y por ende tener buenas relaciones interpersonales. El amor propio es la base de una autoestima saludable, a medida una persona se acepte como es, aceptará a los demás y atraerá a las personas adecuadas a su vida.”

Hice un pequeño sondeo con personas cercanas  (tanto mujeres como hombres) sobre su definición personal de amor propio, la importancia y cómo lo ponen en práctica y lo cierto es que todos tenemos una definición propia y personal sobre el amor propio en base a nuestras experiencias y concepto personal y que muchas veces es una definición extremadamente corta porque realmente es un tema un poco complejo de entender; incluso una de las razones por las cuáles decidí hacer el pequeño sondeo es porque no sabía ni cómo comenzar éste post, pues aún estoy en el proceso de aprender sobre TODO lo que implica amarse a uno a mismo, así que en lo que he aprendido, sobre mi experiencia, sobre escuchar y leer a expertos sobre el tema y sobre lo que mis partners in crime piensan sobre éste tema, puedo decir lo siguiente:

Para mí, el amor propio va más allá de que te guste tu parte externa o que aceptes tu físico ( tal y como venden el amor propio en miles de campañas de publicidad), el amor propio tiene que ver con el autoconcepto (es decir, cómo te concibes a ti mismo), significa aceptar tu realidad y abrazarla, y eso significa, aceptar tu pasado (con todo y tus errores o experiencias positivas o negativas) y aceptar tu presente. Es valorar todo lo que te ha formado, y lo que te hace ser TÚ: tus cualidades, habilidades y capacidades y significa también aceptar tus defectos y errores. Por supuesto, tener amor propio no significa ser arrogante o egocéntrico; es simplemente amar tus cualidades y aceptar que como humano, tienes errores y defectos, y significa que puedes trabajar en ellos. En lo personal, pienso que va más allá de las campañas de belleza de miles de reconocidas marcas apoyando el “curvy style”, pues el amor propio no es solo aceptación de quién eres, es trabajar por ser mejor cada día y esto significa: velar por tu salud física, mental y sentimental.

Cualquiera pensaría que para practicar el amor propio hay que simplemente verse al espejo y amar lo que ves ahí, pero va desde: dormir lo suficiente, tomar suficiente agua, ejercitarte, comer bien, trabajar por desarrollar tu conocimiento cognitivo y psicológico, estar consciente de las cosas que te cuestan hacer y trabajar en ellas, sin recelo, sin perfeccionismo. Amarte, significa plenitud, significa estar saludable física y mentalmente.

Hay algo en común entre las respuestas del sondeo y la opinión sobre la psicóloga a la que acudí, y es que no se puede dar lo que no se tiene. Somos seres sociales por naturaleza, y obviamente vamos a necesitar de las personas en cualquiera de los roles que desempeñen (familia, amigos, pareja, compañeros de trabajo etc), y recordemos que hasta en la biblia tenemos un mandato claro como el agua: “amar al prójimo como A TI MISMO”…creo que se nos olvida la última parte. No podemos amar a nadie ni nada si no nos amamos a nosotros mismos, en cuerpo y esencia.

Y para terminar, déjenme contarles una bonita historia de amor: Había una vez, una mujer de 26 años, que tenía problemas aceptando su realidad, estaba infeliz e inconforme con su presente, se sentía estancada y hasta cierto punto fracasada…Sí, esa mujer era yo, hasta hace aproximadamente 5 meses cuando me encontré con una persona increíble: apasionada, fuerte, comprometida, impaciente, impulsiva, perfeccionista, entre otras. Me enamoré….me enamoré al verla en una fotografía, siendo ella, siendo libre, siendo luz, siendo felicidad…Me enamoré de mi, en una foto…y por más superficial o ilógico que suene, a veces necesitamos un momento así de introspección , un momento pequeño, una acción casi irrelevante para el ojo de cualquiera, que te lleve a querer más de ti y para ti, que te lleve a querer ser mejor, que te lleve a entender que todo lo que has pasado en la vida, te ha hecho ser quién eres, que te lleve a entender que tu mejor versión es la que está en construcción.

¿Cuál es la invitación de hoy?...fácil: ¡Enamorémonos de esa cool person que llevamos dentro, eso que nos hace ÚNICOS por dentro y por fuera aceptando nuestra realidad y trabajando en nosotros día a día!.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Crónica de 10 meses

Todos somos AVENGERS

Lo que he aprendido...