The sweet...goodbye?

 Se han fijado que siempre describimos TODOS los finales como amargos. Y es decir, obviamente no todos los finales son FELICES...¿pero el que no sea felices, automáticamente los hace amargos?...

Nunca me había puesto a pensar, que TODO proceso de cierre, de final...siempre nos lleva a algo más: un nuevo comienzo.

El fin de la vida colegial, con suerte te puede llevar a la vida universitaria, o laboral. El fin de un puesto laboral, te puede conducir a uno mejor o a un emprendimiento. El final de una amistad, te conduce al inicio de otras. El final de una relación te conduce a una mejor relación contigo y eventualmente a una mejor relación amorosa. La muerte, te conduce a la vida (vida eterna), o al menos, eso es lo que como cristiana creo.

Y sin embargo, cada final en nuestras vidas, no solamente nos aterra o duele, si no que usualmente nos amarga. Es por ello que los psicólogos descubrieron y analizaron todo el proceso emocional que un ser humano vive cuando "se despide" de algo o alguien. 

La segunda etapa del duelo (luego de la negación), es la ira; y como ya saben...no soy psicóloga, sin embargo en mi experiencia personal y en lo que he observado, ésta etapa suele ser muy extensa para muchos. ¿Por qué?...porque no aprendemos a soltar. No solo no vemos más allá del enojo, si no que no vemos el nuevo comienzo que está justo enfrente de nuestras narices.

Muchas veces he escuchado a miles de personas (y otras tantas he sido yo) hablar con tono amargo acerca de sus ex novios, de ex amigos, de ex trabajos...etc. Y hace poco me puse a pensar ¿Por qué?....es decir, en el mundo que vivimos hoy parece que al terminar un proceso o una relación significa odiar al otro o a la situación en sí. Y con esto no quiero decir que la ira en sí no sea una etapa real del proceso de duelo y por la que DEBEMOS pasar; por el contrario, pienso (como ya deben saber) que TODAS las emociones son válidas para TODOS...sin embargo, creo que lo lindo del duelo...es justamente cuando llega a su etapa final: la aceptación.

Aceptar que un proceso estudiantil terminó y eso puede darte la pauta para seguir aprendiendo (de forma práctica o siempre de forma académica). Aceptar que un trabajo ya te enseñó todo lo que tenía para enseñarte y es oportunidad de iniciar otro proceso. Aceptar que una persona o relación (de cualquier tipo) ya cumplió la misión que tenía en tu vida y tu en la de esa persona, y sin embargo eso da la pauta a aprender, sanar y a conocer y comenzar otras relaciones.

En los últimos años de mi vida (aproximadamente desde 2017), Muchos ciclos en mi vida se han cerrado: formas de vida, oportunidades de estudio, trabajos, negocios o clientes perdidos. dinero perdido, relaciones que llegaron a su fin (amorosas, amistosas y hasta laborales). Y bueno... este año ni hablar...

Éste año me dejó al desnudo: básicamente sin NADA de todos mis planes para éste año (quizá como todos), y quizá una de las cosas más valiosas que me ha dejado es aprender a ver cada FINAL en mi vida....como un nuevo comienzo. Es decir, si hasta la muerte misma es una forma de empezar nuevamente ¿Cómo todo lo demás no lo será entonces?

Al final de cuentas:  "si el grano de trigo no muere, solo quedará". Así que a lo mejor, cada vez que algo en nuestras vidas llegue a su final: recordemos que llorar, patalear, gritar, odiar, y todas las emociones: SON VÁLIDAS, sin embargo, también recordemos vivir el duelo como debe ser, desde la negación...pero lo más importante, lleguemos a la aceptación.


Soltar al final de cuentas, también implica aceptar que algo nuevo comenzará.


Cool vibes😉

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