De la muerte a la vida

La mayoría de seres humanos le solemos tener pánico a la muerte. Nos es difícil comprender, asimilar y aceptar la muerte como parte de la realidad de TODOS. Y quizá parte de ese pánico es la incertidumbre que genera el ponernos a pensar qué pasa después de la muerte.

¿Qué pasaría si pudiésemos COMPROBAR que hay una vida después de la muerte? ¿Qué pasaría si nosotros mismos pudiésemos comprobar que esa vida es MEJOR que la actual?

Y es que los cristianos, POR FE creemos en la resurrección después de la muerte. Por fe creemos en que hay un futuro que nos espera que es aún mejor que el actual; sin embargo, es eso lo que nos hace luchar por ello: FE. Y aunque quisiéramos una garantía o un cupón de respaldo de cómo es esa vida, no podemos tenerlo, más que luchar hasta comprobarlo después de la muerte.

Sin embargo, hay algo que tenemos por seguro. Y es que después de cualquier final, siempre existen nuevos comienzos. 
  • Después de la noche llega el amanecer.
  • Después de la tormenta siempre vuelve a salir el sol.
  • Después del desierto siempre hay vida del otro lado.
Y sí, todos son clichés...pero hay un verdadero significado en creer que siempre hay una vida mejor esperándote.

A mi, ese significado me lo enseñó Jesús (y quizá a todos los cristianos). ¿Por qué?

Porque anteriormente la muerte en cruz estaba considerada como lo más bajo y un acto lleno de odio y vergüenza. Gracias a Él, el significado de la cruz hoy es diferente...


Hoy todos los cristianos al rededor del mundo reconocemos la cruz como un símbolo de amor. 
Hoy la cruz está considerada como un símbolo de victoria: ¿por qué?:
  • Porque solo Él puede cambiar el significado de un acto de odio, en un acto de amor.
  • Solo Él puede cambiar la muerte por vida.
  • Solo Él puede transformar la pérdida en ganancia.
  • Y solamente Él puede hacer florecer un jardín entero en medio del dolor.
¿Cómo lo sé? Porque yo lo comprobé.
Él le dio un nuevo sentido a mi vida. 
Él le dio un nuevo significado al amor.
Él le dio un nuevo significado a la esperanza, a la victoria e incluso al dolor.

Él me transformó, me eligió y me renovó. Y no lo hizo cualquier día. Lo hizo el día en el que Él se decidió entregar a una muerte en cruz, POR AMOR. Lo hizo el día del amor. 

Y ese día, empezó mi nueva vida; ese día empezó mi nuevo caminar y mi nueva versión. Y para ello, tuve que morir.

Para ello tuvo que morir mi esperanza, mi fé, mi dignidad, y quizá hasta mis ganas de vivir. Para ello, tuve que experimentar la cruz.

Tuve que cargar con mi cruz, para hoy por hoy, poder verla florecer. 

No sé cómo se van a solucionar los problemas de tu vida. Ni tampoco sé cuando. No sé cuál es el propósito o qué vendrá después. Pero hay algo que sí puedo asegurar:

Es que si uno está dispuesto a cargar con esa cruz, Él siempre está dispuesto a convertirla en TRIUNFO. 

Porque no hay resurrección sin muerte. Ni muerte sin dolor o sin transformación.
Así que hoy por hoy, ¿Qué tan dispuesto estas a dejarlo todo en esa cruz?...¿Qué tan dispuesto estás a MORIR, para volver a nacer? ¿Qué tan dispuesto estás a cambiar tu vida entera y entregarle el problema más grande que hay en ella para que pueda hacerte renacer?.

A lo mejor...y es todo lo que Él necesita de nosotros: La disposición a ser transformados. Porque al final de cuentas, todos estamos hechos para LA FELICIDAD.  Y es por ello que debemos de luchar. 

Donde no estés feliz, quizá hay que morir para renacer.

Cool vibes😉

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