Está esperando por tí.

Estaba ahí, esperando...
De pronto el tiempo se congeló, y solo se oía el viento al rededor. 
No existía nadie alrededor, no había ruido, no había estres...

Estaba ahí, esperando...esperando por mí.
Esperando que tuviera la valentía de hacer un cambio en mi vida. 
Esperando que tuviera la valentía de encontrarme con ella cara a cara...

Estaba ahí...
Tan despierta, tan ruidosa, tan caótica, tan asombrosa, tan elegante y tan cotidiana a la vez.

Estaba esperando por mí...
La ciudad que nunca duerme.
La de la gran manzana.
La de la vida ajetreada.
New York.

Soñé toda mi vida por estar ahí....frente a ella.
Y hoy, justamente hoy...
Luego de un año tan caótico,
Luego de un año de profundos cambios...
Al fin pudimos vernos cara a cara.

Recuerdo que justamente hace un año hablé sobre mis sueños, hablé que uno de mis planes era ir a New York en 2020, pero como muchas cosas en la vida, la pandemia canceló esos planes (y no sabía que no los estaba cancelando si no aplazando).

Para muchos podrá ser un sueño tonto, porque quizá es algo alcanzable con mucho esfuerzo y trabajo. Pero para mí tiene un profundo significado emocional.

Comencé el 2021 sintiendo una enorme incertidumbre y aunque con mucha esperanza, también tenía un gran vacío emocional. A medida fue avanzando el año y pasó todo lo que pasó. Hoy por hoy, solo puedo ver hacia atrás, y no dejo de agradecerle a Dios por éste final de año.

Quién iba a decir que después de haber sentido que mi vida no valía nada y que mis sueños jamás se harían realidad...quién iba a decir que iba a terminar éste año sintiendome más realizada que nunca. 

Quien iba a decir que iba a aprender a conocerme y amarme a mí; que iba a aprender a poner límites; Y que a consecuencia de trabajar intensamente en ser mi mejor versión física, mental y espiritualmente, Dios me iba a premiar tanto con un viaje con mi mejor amiga que soñé toda mi vida. 


Y entonces entendí...
Que tal cual lo dice la canción de Taylor Swift: Welcome to New york:  It's been waiting for you ( ha estado esperando por tí). New York estuvo ahí siempre, esperando por mí.

Y funciona así con todas las cosas en la vida. Los sueños se convierten en metas y luego en realidades a medida que NOSOTROS decidimos tomar acciones encaminadas a eso. No son ellos los que llegan a nosotros por obra de magia. Es como el dicho: a Dios orando, y con el mazo dando.

Si en abril, me hubiesen dicho que mi situación: emocional, amorosa, económica, familiar, psicológica y espiritual iba a mejorar...JAMÁS lo hubiese creído.

Y aunque no sabía cuál sería mi futuro. Recuerdo que una vez corriendo pensé: QUIERO LUCHAR POR MI VIDA. Y esas ganas de no dejarme vencer, son las que me tienen hoy por hoy parada donde estoy.

Gracias inmensas a Dios, a la vida y a los que nunca me han dejado sola. 
Gracias a mi mejor amiga por apoyar, impulsar e inspirarme para cumplir TODOS mis sueños y locuras.
Gracias a todos los que me leen. A los que saben de donde nacen mis palabras y que saben que no nacen del vacío si no del corazón y de la experiencia misma.

Solo me queda por decir:

Tus sueños, están ahí esperando por tí. Están esperando que tomes la decisión de perseguirlos. Que tomes acción de querer cumplirlos. Que encamines un plan de acción de pasos pequeños o grandes pero que te hagan avanzar hacia ellos. Porque al final de cuentas...no importa el tiempo que te lleve...

Somos nosotros los que debemos tomar las decisiones adecuadas, poner las cosas en las manos de Dios, actuar y tener la paciencia adecuada de esperar que pasen las cosas en el tiempo adecuado.

Ese sueño...está esperando por tí, y siempre lo estará.

Cool vibes.😉

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