No...no te quiere.

Había una vez una princesa (o un príncipe si así lo prefieren), ésta persona, deseaba encontrar su ser amado. 

Así que comenzó su búsqueda por "el candidato" perfecto para vivir ese cuento de amor que le habían contado sus tías cuando era pequeña.

Éste cuento, decía que antes de los 30 años, debía estar perdidamente enamorada y enloquecida por una sola persona: su ser amado; y que de manera contraria, si a los 30 no tenía eso cumplido en su vida, vendría una maldición en la que JAMÁS encontraría el amor y en la que su valor como persona comenzaría a disminuir cada año que pasara.

Éste cuento, decía que éste ser amado, sería su "media naranja", porque al parecer, con lo que ella era, no era suficiente y por el contrario debía complementarse con alguien más.

Comenzó entonces la princesa en búsqueda de hacer su cuento realidad, y por supuesto, para tratar de que "la maldición de los 30" no se hiciera realidad.

En ésta búsqueda, no importaba quién se apareciese enfrente. Sólo importaba que hubiese alguien en general que le ayudara a deshacer el hechizo de no quedarse sola pera toda la vida.

Empezó a conocer un candidato entonces que parecía ser bastante aceptable para llenar el puesto:

  • Era apuesto.
  • Aparentaba estabilidad económica, emocional, familiar etc.
  • Era sociable, de hecho TODOS lo amaban.
  • Era atento, detallista y cuasi perfecto.
Solamente tenía un pequeño defecto...¡No quería nada serio!
Pero al final de cuentas...¿Qué importaba?, si al final, lo que importaba es tener a alguien al lado, sin importar quién fuera o cómo fuera el trato.

Al principio, todo era como lo había soñado. 
  • Palabras de afirmación y de cariño todos los días.
  • Atención al 100%
  • Muchísimo contacto físico.
  • Detalles por aquí y por allá.
Hasta que notó que empezaron a pasar algunas cosas extrañas:
  • Nunca hablaba del futuro y de hecho, reaccionaba a la defensiva cada vez que se lo mencionaban.
  • Parecía estar disponible ÚNICAMENTE cuando él quería. 
  • Frente a las demás personas actuaba diferente a lo que actuaba cuando estaban solamente los 2 juntos.
  • Se mostraba distante de vez en cuando.
  • Menospreciaba los sueños, emociones y problemas de ella.
  • Siempre tenía excusas para no estar en fechas importantes.
En fin, en general era todo siempre un sube y baja, en el que había días que demostraba su interés al 100% y otros día al -100%.

Ella pensó: voy a cambiarlo con mi amor.

Así que cada vez que el no actuaba de la manera que ella deseaba, lo excusaba pensando:
  • El no tiene la culpa de no estar listo.
  • El ha tenido relaciones pasadas demasiado toxicas.
  • Es que nadie lo ha amado lo suficiente.
  • Es que es una persona que no demuestra su amor.
  • Es que no quiere nada serio porque está confundido.
  • Es que somos el uno para el otro pero no es nuestro tiempo.
y no solo lo excusaba, si no que siempre tenía soluciones para ello:
  • Voy a ser más detallista.
  • Tal vez necesita que lo escuchen.
  • Voy a aconsejarlo
  • Tal vez si soy más atractiva físicamente.
  • Tal vez si le dedico más tiempo.
  • Tal vez si trato de ser más empática con su historia.
Y entonces, la princesa esperó....esperó...y esperó...
Y lo que ella quería: NUNCA SUCEDIÓ.

¿Por qué?, porque se dio cuenta que hiciera lo que hiciera ésta persona jamás sería su ser amado...
Fin

¿Cuántas personas hemos sido esa princesa? ¿Cuántos hemos sido de ese tipo que ha mendigado: atención, amor, tiempo etc?

Podría apostar que muchos, o quizá todos.

Nos educan desde pequeños haciéndonos pensar que el luchar por amor es válido bajo cualquier término o circunstancia, y lo cierto es...que no.

No se puede pasar una vida entera detrás de la persona equivocada.
Porque tal cómo lo dice la película: "A él no le gustas tanto", quien verdaderamente tiene interés en tí, y quien verdaderamente te llegue a querer: SENCILLAMENTE LO VA A DEMOSTRAR.

Realmente la vida y el amor es más simple de lo que nosotros creemos. Somos nosotros los seres humanos que vivimos confundiendo los términos y complicando las cosas.
Lo cierto es, que esa necesidad de excusar a la persona equivocada, nace de la inseguridad de pensar que la soltería es una enfermedad, sobre todo al llegar a los 30 porque "te va a dejar el tren". Y entonces, comenzamos con ésta farsa de tener a alguien a la par que en el fondo de nuestro corazón SABEMOS CON CERTEZA que:
  1. No es para nosotros.
  2. No nos hace felices.

Yo en lo personal, he pasado 29 años de mi vida metida en relaciones codependientes, con seres que claramente no daban pero ni el 50% que yo invertía en la relación. ¿Por qué?, por el gran pánico de estar sola.  Y me tocó aprenderlo a las malas: con golpes, heridas, lágrimas etc.

Y cada vez que algun amig@ me cuenta situaciones así de verdad que quisiera entregarles un libro sobre qué cosas NO HACER y sobre cómo salir corriendo inmediatamente. Pero lamentablemente no puedo, y no puedo tampoco tomar decisiones por otros ni puedo evitar el dolor de otros, pero si puedo transmitirles lo que yo he aprendido:

  • Una persona que no quiere nada serio: ¡NO VA A QUERER NADA SERIO! hasta que esté preparada. Y no va a importar si le des el tiempo, los detalles o la atención emocional o física que sea.
  • Alguien que no hable del futuro o no demuestre con acciones concretas que quiere un futuro con vos: JAMÁS LO VA A QUERER.
  • Alguien que no te dedique tiempo de calidad, no tiene interés.
  • Alguien a quien hable más de lo que demuestre...está mintiendo.
  • Alguien que minorice tus emociones, no te quiere.
  • Quien te mantenga a escondidas, no te quiere.
  • Quien tenga miedo de comprometerse contigo (en una relación en general), no te quiere.
  • Quien te diga versiones a medias de las cosas, no te quiere.
  • Quien evada preguntas importantes para tí o que nunca sea capaz de hablar sobre su plan de vida, no te quiere.
No...no te quiere.
Y no vale la pena "esperarlo", no vale la pena "excusarlo". Porque aunque ésta persona no sea necesariamente mala, si no es quien te da paz en vez de ansiead. Si no es quien te da más respuestas que preguntas, quien no te da más soluciones que problemas...o más risas que lágrimas.

Sencillamente no es para tí.

Una vez una amiga me dijo lo siguiente:
"El hombre qué esté a tu lado debe sentirse que ganó la lotería: ¡PORQUE ASÍ ES!". Y cuando entendí que era merecedora de éste tipo de amor. Lo recibí sin esperarlo y ahora la que se siente que se ganó la lotería, soy yo.

Somos tan cínicos en la sociedad que vivimos, que creemos que el amor bonito y saludable es imposible de encontrar, así que nos conformamos con "lo que caiga", y terminamos siendo víctimas de nuestras propias decisiones. Decisiones basadas en predisposiciones sociales, por supuesto, pero al final de cuentas...decisiones propias.

Por lo que quizá la próxima vez que elijas a una persona para una relación deberías tomar en cuenta lo siguiente:
  • Vales la sangre de Cristo.
  • Sos un ser único e irrepetible.
  • Mereces lo que sos y lo que das.
  • El amor y la atención NO SE MENDIGAN.
  • Nadie cambia "por amor".
  • Si no te da paz y felicidad...no es ahí.
No soy para nada experta en amor o en relaciones. Es decir, les escribo esto precisamente por todo lo contrario, porque tuve pasar por el infierno mismo para llegar hasta donde estoy y déjenme decirles: ¡NO SE LO DESEO A NADIE!

Así que, deseo con todo mi ser, que de tu corazón abunde tanto amor que seas capaz de amarte lo suficiente y elegir correctamente a quién permitirle el paso a tu corazón y a quién sencillamente cerrárselo.

¿Estás dispuesto?

Cool vibes😉

Comentarios

  1. Cuanta realidad en este post. Porque si bien es cierto la sociedad nos dice que debemos tener una vida ideal y por eos uno piensa que a cierta edad ya fracazo o que nos dejó el tren. Pero no es así. Yo tampoco he encontrado "el amor de vida" si eso existe y me molesta cuando me dicen que el tren me dejó sin embargo hay una frase que leí que dice "que no me ha dejado el tren, que los que quieran subirse pueden hacerlo" y creo que eso es la clave dejar d e idealizar una vida que no es así como la pintan.

    Gracias por tus palabras ahora si me llenaron el corazón porque basta de excusar amores a medias.

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