Mal programados

Hemos sido mal programados. Como ratas de laboratorio. Como robots de fábrica...en serie.

Y es que así funcionamos, literalmente por condicionamiento y repetición. Porque aunque no nos demos cuenta, el cerebro eso es lo que hace: aprender, grabar y reproducir...

Hace unos días, platicaba con mi psicóloga sobre el por qué me era TAN DIFÍCIL ver absolutamente TODAS las cualidades que habían en mí, y sin embargo, cuán fácil era para mí enumerar mis defectos. A lo que ella me respondió explicándome cómo funcionaba el cerebro en cuestión de aprendizaje.

Me dijo que el cerebro se divide en 2 partes:

  • El consciente: quien es el encargado del proceso de aprendizaje y por ende, de realizar acciones conscientes para poder llegar a aprender algo.
  • Y el subconsciente: Media vez hemos aprendido algo, ésto pasa al subconsciente, quien es el encargado de reproducir ciertos procesos o acciones que hemos aprendido anteriormente.
Éste proceso el cerebro lo repite en TODOS los ámbitos de nuestra vida y durante TODA nuestra vida. ¿Por qué?, porque hacer acciones de forma CONSCIENTE, requiere de una GRAN CANTIDAD de energía corporal y lo que quiere lograr el cerebro es evitar el desgaste, y es por ello que media vez aprendido el proceso, pasa a estar en "piloto automático".

Un claro ejemplo es cuando aprendemos a manejar, lo hacemos con un gran miedo y fijándonos en cada detalle del proceso. Media vez hemos aprendido, hacemos todo de forma "automática". Y así suele suceder con TODAS las situaciones de la vida.

No estamos acostumbrados a ver lo bueno en nosotros primero, porque a la mayoría, no nos enseñaron eso.

Nos enseñaron que si habían notas "promedio" o incluso "buenas" no había por qué felicitarnos o sentirnos alegres. Pero en cambio si había notas malas si había un castigo. Porque "estudiar era nuestro único deber".

Y así igual, nos enseñaron que decir buenos días, sonreír. ser amables era nuestro deber y por ende al portarnos bien de niños, nadie debía por qué felicitarnos, pero por el contrario si nos portábamos mal, si habría un castigo de por medio.
 
En mi caso, de ahí fue justamente de donde salió mi patrón de perfeccionismo. Porque como de pequeña nunca fui sobresaliente en mis notas, algún deporte o habilidad extra curricular. Entonces ser "regular" no estaba bien. 

Hoy por hoy, en mi vida adulta, eso ha desembocado en una terrible auto exigencia y perfeccionismo...

Cuando estaba pequeña, arme un plan perfecto de vida, en el que según yo, entre los 25-27 años iba a estar casándome con el amor de mi vida, siendo económicamente estable, con casa propia, etc. Sin embargo, resulta ser, que justo a los 27 años yo terminé una relación de noviazgo de 7 años y entré en otra relación tóxica y abusiva (que ni siquiera llegó a noviazgo). y cuando todo ésto terminó, yo tenía 29 años en medio de una pandemia, sin estabilidad económica, emocional o si quiera psicológica. En este proceso fue que comencé a salir con mi novio actual y es quien hoy por hoy me acompaña en el camino.

Así que no...nada salió de acuerdo "al plan", así que como no salió mi plan A, formé un plan B en donde ok, mi plan ya no era estar casada o viviendo de forma independiente antes de los 30; ahora el plan B era ser "la mejor versión de mí que pudiese ser" y eso, si lo dejamos en esa frase, se oye fantabuloso, romántico y hasta admirable.

El problema. es que me obesioné tanto con ésta idea de ser perfecta en el ejercicio, perfecta con mi dieta, perfecta con mis pendientes del trabajo, perfecta en mis servicios de la iglesia, perfecta como hija, como hermana, como novia, como mujer, como cristiana, etc...

Y lo cierto es, que hasta escribirlo resulta ser cansado. Porque eso verdaderamente NO EXISTE.

¡LA PERFECCIÓN NO EXISTE!, y para una persona que es altamente perfeccionista y auto exigente (como yo) la línea entre auto exigencia y disciplina, se vuelve extremadamente delgada, y si la cruzas terminas en un limbo que te termina agotando al extremo.

Me ha costado tanto desprogramarme y entender, que tener defectos está bien. Que no ser perfecta está bien, que no todo salga como quiero ¡ESTÁ BIEN! Me ha costado, y me sigue costando, de hecho...

Pero si algo les puedo decir, que en este proceso con Dios y con mi psicóloga, de desprogramarme y re aprender a quererme como soy y aún así trabajar por ser mejor persona sin caer en la auto exigencia me ha liberado de un gran peso que ni siquiera yo sabía que llevaba y me ha dado la capacidad de sonreír más y de tener un poco más de energía para vivir EL HOY.

Así que sí...nos programaron para buscar la perfección, pero ésto no es real. Y si vos te sentís como yo, si éste es tu caso, solo déjame decirte lo siguiente:

No sé quién sos, o porque justamente hoy me estás leyendo (luego de basicamente 1 mes sin blog), pero sí puedo decirte: TODO ES PARTE DEL PROCESO. Dios sabe cómo lleva nuestras vidas en sus manos perfectas y aunque no sepamos cómo o cuando, su plan de amor se cumplirá en nosotros, porque lo ÚNICO que Él quiere, es que SEAS FELIZ. Así que a lo mejor, y nuestro deber, es empezar a ser feliz con lo que tenemos HOY. ¿Te animas?

Cool vibes


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