¡Lo estamos logrando!
Estaba ahi, con la arena entre los pies, el ruido de las olas a ritmo suave, el sol de la tarde sobre los hombros y un cielo espectacular al frente. Y justo ahí, en ese momento, entendí cuánto he crecido, cuánto mi vida ha cambiado...y sobre todas las cosas ¡cuán afortunada soy!.
30 años no han pasado en vano en mi vida, y en ésta última década, he aprendido muchísimo en absolutamente todas las áreas de mi vida. Hoy veo hacia atrás y veo a una Marcela con miedo y resistencia al cambio, con dependencia emocional y muy cómoda ante la vida y ante sus propias metas.
El 2022 pase la mitad del año llorando y en una crisis existencial increíble. Porque a pesar de que todo en mi vida estaba "bien", me sentía estancada y fracasada. Porque sentía que "a mi edad" ya tendría que haber logrado muchísimas cosas en varias áreas de mi vida, y no lo había hecho. Sin embargo, en algun punto del año (gracias a Dios, a mi psicóloga y a mi mejor amiga) entendí, que los cambios en la vida no son malos y que por el contrario contribuyen mucho al crecimiento de una persona y que para que ocurran esos cambios, yo tenía que poner de mi parte.
Así que inicié un nuevo trabajo como empleada fija (Después de quién sabe Dios cuántos años trabajando independiente). Con éste cambio vino también un cambio de gimnasio, además de por supuesto, toda mi vida en general: mis horarios, mis prioridades, mi forma de ver la vida y por supuesto, mi nivel de energía también.
En los 10 años que tengo de experiencia laboral, solamente 7 meses había estado anteriormente en una plaza fija como empleada ( Rey eso fue hace como 5 años). Recuerdo que cuando estaba en ese empleo (el de hace 5 años), hasta soñaba con poner la renuncia y lloraba por las noches. Recuerdo que me quejaba por todo y por nada y recuerdo que me prometí JAMÁS EN LA VIDA VOLVER A SER EMPLEADA...
Por eso amigos, es que les recomiendo no escupir hacia arriba...porque les puede caer en la cara...Yo si algo he aprendido, es que a no hablar demás, jaja porque todo de lo que siempre me quejo o de lo que digo "yo nunca" pues siempre se me regresa...Sin embargo, con este cambio entendí que, mis sueños son mucho más grandes que mi ego. Entendí que hacer las cosas como las estaba haciendo, no me iba a llevar al lugar donde yo quería.
Hoy por hoy, aún me sigue costando este cambio, y a a diario lidio con las emociones que me provocan cosas totalmente cotidianas, y que para muchos podría ser hasta ridículo que a mi me parezca dificil. Como el hecho de lidiar con un jefe, con un horario fijo (incluyendo hasta en días en los que no hay mucho trabjo), con el cansancio que ese nuevo horario me provoca, con la falta de dependencia en cuanto a toma de decisiones, etc.
Y es ahí cuando recuerdo: ¡cuán afortunada soy!, no solo por el hecho de tener un trabajo el cual en estos dorados tiempos, verdaderamente es una bendición. Sino también, cuán afortunada soy, porque Dios preparó en mí el camino para éste preciso momento.
Estando ya dentro de éste trabajo, un día mi equipo de trabajo me comentaron que la plaza que yo estoy ocupando hoy, la habían estado tratando de llenar desde hace varios meses atrás. Habían entrevistado a muchas personas, pero ninguna llenaba las expectativas. A tal punto, que involucraron a parte del equipo de recursos humanos en el proceso, y uno de los comentarios que les hicieron es "no existe candidato perfecto, por favor ya decídanse por uno", pero había algo que no les convencía...hasta que llegué yo, y es la razón por la cual mi proceso de selección duró menos de 7 días. Es decir, entre la primera llamada que recibí de que habían visto mi cv, dos entrevistas de por medio, un par de pruebas y finalmente la oferta laboral...no hubo ni una semana de por medio.
Y no, no es porque yo sea la súper crack y no había nadie mejor que yo. Probablemente quizá sí había. Pero ese trabajo, Dios lo estaba guardando específicamente para mí. Y no sé cuánto vaya a durar ahí (porque al final de cuentas a penas llevo 3 meses); tampoco sé cuál sea mi propósito estando ahí o con las personas que están ahí...solo sé que Dios me quiere ahí.
Y solo sé, que Dios concede los anhelos más profundos del corazón en su tiempo perfecto...
Yo no le pedí éste trabajo en específico. Yo solo le pedí una oportunidad para crecer, y para que a través de esa oportunidad, yo lograra estabilizarme económicamente lo suficiente como para más adelante entrar a otra etapa de mi vida; y si bien, aún no he cumplido ningún sueño de vida, ahora ya los veo más cerca.
Tuve que salir de mi zona de confort para estar donde estoy y lo hago todos los días cada vez que me levanto de la cama, me arreglo y llego y doy lo mejor de mí en el puesto. Y así me siga costando. Aún así me queje de vez en cuando o se me salgan un par de lágrimas algunos días por "no tener libertad", sigo sintiéndome eternamente agradecida con Dios por traerme acá.
A aquella Marcela de inicios de pandemia: A la que pensó que estaba sola. A la que pensó que ya no tenía sentido soñar. A la que la comía la ansiedad y la incertidumbre todos los días. A la que le dio todo su dinero, cosas materiales , tiempo y energía a un mitómano...Esa que tenía serios problemas de dependencia. Esa que gastaba dinero que no tenía solo por complacerle. Esa que se sentía fracaso como profesional y como emprendedora...
"Estas sana, estas luchando por tu cuerpo, por tu mente y sobre todas las cosas por tu espíritu. Estas brillando en tu trabajo aunque te cueste. Estas siendo la mejor hija, hermana y tía que podes, aunque aún hay mucho que mejorar. Estas siendo más amada y protegida que NUNCA EN TU VIDA, aunque aún te falta resolver un par diferencias con tu novio...tu corazón nunca había sentido tanta paz. Hoy solo quiero decirte....
Seguí llorando, seguí reclamando, seguí quebrándote lo que fuese necesario, pero más allá de eso...SEGUÍ ORANDO....porque Dios sí sana, y sí cumple."
Y a uds. Los que me estan leyendo, solo quiero decirles:
¡Gracias infinitas por estar aquí!, gracias porque a pesar de los años no se han ido. Gracias porque hemos crecido juntos y porque lo seguimos haciendo.
Y gracias por su paciencia, porque han pasado 4 meses sin que pueda escribirles, y aún así los he tenido en mi mente y corazón. Porque uds. y éste blog son literalmente la razón de mi existencia. ¡GRACIAS!
¡Feliz 2023 y que sigamos creciendo!
Cool new year vibes💓
Es de valientes sentir miedo pero también es de valientes seguir día con día luchando. Gracias por volver. Un fuerte abrazo. F. Liz Mejia
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