Sanando a la niña interna

Regresé a terapia...

Luego de alrededor de 6 meses navegando "sin rumbo", decidí regresar a terapia. Por nada en especial, sino más bien porque hablando con mi guía espiritual sobre una situación en específico, recordé que siempre hay ventajas positivas de ir a terapia y que te ayuda en general a ser mejor persona en todos los ámbitos en los que te desenvolves. 

Y  ya que yo siempre he sido del pensamiento que TODOS deberíamos ir a terapia como parte de nuestro "mantenimiento" general, tomé la decisión de regresar a terapia, esta vez con un nuevo profesional: un sacerdote de mi parroquia que además de prepararse para su vocación espiritual, estudió psicología y brinda terapia.

Después de la primera sesión con mi nuevo terapeuta...me di cuenta de varias cosas que me pareció importante compartírselas:

1. En mis tratamientos de psicoterapia anteriores, el objetivo principal era apagar fuegos inmediatos: sanar la herida de un engaño, lidiar con la crisis de los 30, adaptarme a los cambios, etc. Sin embargo, nunca había existido un proceso de introspección profundo en donde se psicoanalizara toda mi historia. Lo cual es sumamente importante, porque ¿cómo carajos sabremos quiénes somos, si no descubrimos de dónde venimos?
2. Todos mis problemas de apego emocional y perfeccionismo a lo largo de mi vida vienen de una raíz, y jamás me he puesto analizar de dónde realmente vienen.
3. He logrado sanar a la Marcela adulta, sin sanar a la niña interna. Por lo que no he logrado desarrollar a totalidad el autoconocimiento.

Llegué a éstas conclusiones, estando ahí sentada en terapia, justo cuando él me preguntó:

¿Cómo podrías describir tu infancia, entre los 3-10 años?, y lo cierto es...que me quedé callada, se me aceleró el corazón, me puse helada y me dio un poco de ansiedad, porque no recuerdo casi nada de esa etapa de mi vida...Y no, no es normal, ni es un problema cognitivo, o de memoria. Sencillamente mi cerebro bloqueo esa parte de mi cerebro por una o varias situaciones que causaron dolor y para ahorrar el dolor, el cerebro las manda al inconsciente, por eso no recuerdo.

Como tarea para la próxima sesión, debo hacer el esfuerzo de tratar de recordar algunas cosas de esa etapa de mi vida y lo cierto, es que eso me genera bastante ansiedad, porque me da miedo encontrarme con algún recuerdo que me haga sufrir, o que me desbalancee de la "estabilidad" emocional que logrado hasta hoy, pero lo cierto es...que no se puede sanar lo que no se conoce y es imposible querer mejorar como persona sin hacer el esfuerzo consciente de sanar. 

Esta es la parte dura del amor propio. Esta es la parte que nadie postea en redes o anda felizmente hablando de ello. Porque duele, porque es incomodo, porque da miedo, porque genera ansiedad, frustración y quizá hasta enojo. Sin embargo, todas esas sensaciones feas o incómodas, son un acto enorme de amor hacia el niño que está abandonado en el fondo de nuestro ser.

Si hay alguna parte de ustedes que no comprendan por qué se da de esa manera, o que aún duela mucho, quiero invitarles a quitarnos de la cabeza esa idea tan estúpida de "ASÍ SOY" o "ASÍ HE SIDO SIEMPRE". El punto acá es preguntarnos ¿por qué?...porque sea como sea, siempre hay una "raíz de la raíz y causa de la causa".

¿Cómo está tu niño interno? ¿Lo conoces?...¿Sabes qué le duele o qué necesita?...o a lo mejor y al igual que yo...lo has estado ignorando...

Hoy, a mi niña interna le quiero decir esto: 

No sé qué es lo que quieras decirme o las heridas que tengas de sanar, pero quiero decirte que lo siento.

Lo siento por no ponerte atención e incluso ignorarte.

Lo siento por no comunicarme contigo para saber qué es lo que te dolió.

No te puedo evitar el dolor que ya viviste, pero te puedo ayudar a comprender la raíz de ese dolor. 

No puedo salvarte de lo que viviste o dejaste de vivir, pero puedo abrazarte.

Hoy, abrazo tus heridas, tu vacío, tu cuestionamiento, tu dolor.

Porque aquí hay una adulta a cargo. Estoy a cargo. 

y sea lo que sea que encontremos ahí adentro, vamos a sanar juntas. No te prometo que no va a doler. Solo te prometo que juntas vamos a descubrir nuestra mejor versión.

Cool vibes.