El principito tenía razón


Hay una frase de “El principito” que me encanta, y que estoy segura que a muchos de ustedes también, y que incluso pueden pensar algo como: aquí viene la misma frase de nuevo....porque aunque es bastante trillada, tiene un significado realmente profundo y es la siguiente: “Lo esencial es invisible a los ojos”

Y esto, como muchos estarán de acuerdo conmigo, es profundamente cierto y es que, acaso ¿el amor se puede tocar?, ¿O tal vez la libertad?, ¿La solidaridad?, ¿La alegría?...etc. Todos estos factores se materializan porque se transmiten a través de cosas que son palpables y reales, como por ejemplo: El amor por tu pareja se puede ver representado en un beso, o por tu mamá en darle una rosa o un abrazo... sin embargo el amor como tal, no es algo que se pueda tocar y así con todos los demás factores.

En nuestra cotidianidad, dejamos de sentir y de vivir estos regalos que la vida y que Dios nos dio, porque vivimos esperando verlo todo, esperando que todo sea “comprobable”. Vivimos desconfiando de los sentimientos, de las personas e incluso de las situaciones. Yo, por ejemplo soy una, y lo confieso avergonzada. Me cuesta creer en sentimientos, emociones o situaciones que no se ven representadas de forma inmediata y física.  Sin embargo, esto es cómo el zorro le dice al principito: “Solo con el corazón se puede ver bien”, y no se trata que vayamos por la vida creyendo en unicornios y sirenas...se trata de algo que sabemos en nuestro corazón que existe, pero que no se puede tocar, se trata de FE.

Hace unos meses, comencé a leer un libro que se llama EL PODER DE LOS HÁBITOS de Charles Duhigg, y en éste explica que para poder cambiar un hábito negativo por uno positivo, o incluso para crear nuevos hábitos, es esencial la FE, porque la FE es lo que mueve absolutamente todas nuestras acciones. La fe de creer que somos capaces de hacer algo o simplemente fe en algún sentimiento, situación o una persona.

Yo se los decía hace unas semanas en un post anterior: LA FE MUEVE MONTAÑAS ( Para ver el post del que estoy hablando solo haz click: https://thecoolgirlsv.blogspot.com/2019/04/la-fe-mueve-montanas.html ) y es porque nos hace personas más libres de miedos, nos hace felices, nos hace vivir de mejor forma el presente, y nos hace en general personas más espirituales.

Obviamente habrá momentos en la vida en que cuesta creer, en que cuesta saber si algo es real o no o en los que queremos comprobarlo, controlarlo y saberlo todo; y lo digo por experiencia, porque a mí me cuesta creer y esperar: creer que Dios concederá los deseos más profundos de mi corazón para mi futuro,  creer que los sueños se cumplen, creer en el amor, en la bondad de las personas, creer que  soy capaz, creer que estoy haciendo algo bien, o creer en mí en general.

Al final de todo, se trata de que en esos momentos de duda o desesperanza, seamos capaces de ponerle pausa a nuestros pensamientos y decirnos YO CREO (Recordemos que todo lo que nos decimos el cerebro lo cree y lo crea). Para los que creemos en Dios, ésta tarea se vuelve más sencilla (sin embargo no fácil), porque es Él quién nos da la FE de continuar, de seguir DE VIVIR. Y cuando no creemos en nada, ni en nosotros, tenemos la oportunidad de decir “JESÚS, EN TI CONFÍO”.

Así que yo puedo decir: EL PRINCIPITO, TENÍA RAZÓN...las cosas más importantes de ésta vida, las más profundas, las que construyen, la que tienen más valor, no se pueden ver y es que ni la fe misma se puede ver, tocar o medir y lo dice hasta la biblia misma, es simplemente esa seguridad de algo INVISIBLE:

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” -Hebreos 11:1-

Así que dediquémonos A CREER, a confiar que todo aquello que NO SE VE, es sencillamente, LO ESENCIAL en nuestra vida.
¡Hasta la próxima! ;)

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