The cool girl

Siempre he tenido problemas con el hecho de caminar... y tal vez es porque sieeempre he corrido antes de aprender a caminar... Siempre me ha parecido que era muy lenta, que iba muy atrás, que había tanto camino por delante.  Y siempre, he sentido que puedo dar más...como si nada es suficiente, como si mucho fuera poco. Y es que en la carretera de la vida, obviamente siempre habrá gente al frente y siempre habrá gente atrás. Pero se me olvida... Se me olvida que esto no es un carrera, que no porque llegue antes o después significa que gané o perdí. Si no más bien lo que cuenta es llegar.  Se me olvida que la carrera termina cuando termina la vida y no antes.  Hace un par de meses, o incluso si nos vamos más atrás...hace un par de años, no me imaginaba estar donde hoy estoy.  A fin de cuentas, si veo hacia atrás, hay un largo camino que he recorrido; entonces entiendo que sí he avanzado: algunas veces caminando, otras corriendo, algunas casi arrastrándome, pero siempre avanzando. Y enten

Me acuerdo perfectamente de ese correo...Solo había tardado aproximadamente unas 2 horas desde que me había ido del lugar, y cuando llegué a casa y vi mi celular, leí ese correo que tenía el siguiente titular: OFERTA LABORAL El correo, era una notificación que me habían seleccionado en una plaza a la cuál había aplicado. Después de leer el correo completo, salté y grité de la alegría y posteriormente, comencé a llorar... Recuerdo haber contestado ese correo diciendo que aceptaba y que estaba emocionada de iniciar mis labores. Y así era... aunque tenía una mezcla de emociones. Ese correo contenía la respuesta que yo quería, y estaba de acuerdo a mi plan en ese momento, sin embargo, yo sabía que ese preciso momento mi vida estaba a punto de entrar en una etapa de muchísimos cambios que no iban a parar, pero que me llevarían inevitablemente a un crecimiento y evolución personal. En las semanas posteriores, me preparé profesional, física y emocionalmente para iniciar labores en ese lugar: 

Han pasado casi 4 meses desde la última vez que escribí y parece que ha sido un año. Hay muchas cosas que he descubierto, otras que he reafirmado y otras tantas que he aprendido.  En terapia, he continuado mi camino de auto conocimiento y sanación. Comencé a reconstruir mi historia desde cero, y descubrí que soy una persona que tiene CERO tolerancia a la frustración, y eso me hace tener una tendencia al perfeccionismo. Descubrí, que soy una persona que muchas veces reprime sus emociones y eso me lleva a la somatización o incluso a actuar a la defensiva muchas veces y descubrí que muchas veces he sido una persona que no ha sido consciente de sus límites y mucho menos de respetarlos o hacer que otros los respeten.  ¿Para qué me ha servido toda esa información?... Bueno en primer lugar, porque en primer lugar, es imposible sanar lo que no se conoce y muchísimo menos amarlo....y en segunda para comenzar a trabajar en base a una raíz existente en vez de trabajar sin saber de dónde vienen la

Regresé a terapia... Luego de alrededor de 6 meses navegando "sin rumbo", decidí regresar a terapia. Por nada en especial, sino más bien porque hablando con mi guía espiritual sobre una situación en específico, recordé que siempre hay ventajas positivas de ir a terapia y que te ayuda en general a ser mejor persona en todos los ámbitos en los que te desenvolves.  Y  ya que yo siempre he sido del pensamiento que TODOS deberíamos ir a terapia como parte de nuestro "mantenimiento" general, tomé la decisión de regresar a terapia, esta vez con un nuevo profesional: un sacerdote de mi parroquia que además de prepararse para su vocación espiritual, estudió psicología y brinda terapia. Después de la primera sesión con mi nuevo terapeuta...me di cuenta de varias cosas que me pareció importante compartírselas: En mis tratamientos de psicoterapia anteriores, el objetivo principal era apagar fuegos inmediatos: sanar la herida de un engaño, lidiar con la crisis de los 30, adapta

Había una vez, habían dos vidas que iban caminando paralelas, en una realidad totalmente diferente, donde no sabían que ambas vidas se iban a cruzar en algún punto. Ambos, tenían conceptos del amor  que habían formado bajo su propia experiencia (la cual, era totalmente diferente). Habían nacido en años diferentes, en contextos familiares diferentes  y con realidades y visión de vida diferentes.  Él había nacido como hijo único, sólo eran él y su mamá contra el mundo, mientras que ella, era la menor de 3 hijas; y aunque tenía a sus hermanas como aleras, por la diferencia de edades entre ellas, también había crecido jugando de forma independiente en su mayoría de veces. Ella, era estruendosa, explosiva, enérgica, impaciente , dominante. Él por su lado, era dulce, paciente, tímido y un poco callado. Ambos, tenían un concepto distorsionado del amor. Ella había crecido buscando aceptación y en medio de esa necesidad, se había equivocado tanto y tantas veces... Había tenido más de 10 relacio

Como ir en un barco en altamar, uno en donde no hay horizonte; en donde no se ve nada y el cielo esta nublado; uno en donde hay mucho movimiento y parece que de repente todo te da vuelta en el estómago y al rededor en general...en donde parece que no hay piloto, porque no podes verlo (aunque sabes que sí lo hay, porque HELLOO si no no navegaría el barco solito). La vida a veces parece exactamente esa escena....en donde solo sobrevivís y ni siquiera sabes cómo ni hacia dónde vas (especialmente cuando hay problemas o cuando no todo sale como esperabas). Y  es que la verdad es que es extremadamente difícil confiar plenamente que hay alguien que va a cargo cuando nada se ve claro... Pase muchos años de mi vida con ansiedad terrible al futuro, y pensando que vivía atrasada por no ir  a la par de los demás. Y es algo que aún me cuesta, sobre todo porque aún me cuesta soltarle el control a quien verdaderamente lo tiene. Uno de los actos más grandes de valentía que he tenido, ha sido salir de